Pocos juegos pueden permitirse el lujo de ser accesibles, divertidos e inteligentes, y de todos los que he jugado (puedo aseguraros que ya son multitud) hay uno que desde la primera partida me pareció perfecto: CONCEPT.
Un tablero repleto de conceptos (alto, bajo, ancho, ficción, realidad, líquido, masculino, femenino, mal, alegría...), un taco de 110 cartas y una serie de símbolos y de items de colores son las armas de las que nos valdremos.
De las cartas elegiremos una palabra (cada carta contiene 9 diferentes, dividas en tres categorías de dificultad), que puede ser un libro, una película, un estado de ánimo o un personaje (entre muchos otros), y nos tendremos que encargar de que el resto de jugadores la adivinen, valiéndonos únicamente de los símbolos del tablero.
Por ejemplo: Elegimos "moco" como palabra, y lo que haremos para dar pistas será situar el icono de pista principal sobre "líquido" y un item del mismo color sobre "verde"... después, añadiremos el icono de segunda pista sobre el dibujo de "nariz" y esperaremos a que la acierten. En este supuesto sería bien fácil, pero no todas las palabras son tan evidentes, y ahí reside la gracia.
Que acertamos: pues un símbolo de bombilla para nosotros, o uno para el que ha jugado y dos para el que lo adivine (podemos amoldar el sistema de puntuación a nuestro gusto). Además, es un juego que puede disfrutarse por equipos, parejas o en modo individual, permitiendo que participen de 2 a 12 jugadores (es la cifra recomendada pero, por su configuración, en realidad no hay tope). (Por supuesto, se alzará con la victoria quien consiga más bombillas/puntos).
Lo curioso, es que funciona con todo tipo de públicos, y lo he probado con niños, mayores y de variada edad, funcionando siempre. Encandila desde el primer minuto y apetece jugar en ambos sentidos, ya sea adivinando o dando pistas.
Es realmente sencillo. Tanto, que resulta extraño que no sea un título tan conocido y básico como, por ejemplo, Trivial o Catan, ya que me parece inclusive más idóneo para que lo disfrute cualquier tipo de jugador.
No suelo lanzarme a la piscina con tanta seguridad, pero en este caso lo tengo claro: si os hacéis con uno lo vais a disfrutar a tope, y además resulta bastante asequible, ya que no cuesta encontrarlo por debajo de los 25€.
Propone algo simple pero con posibilidades infinitas, se aprende a jugar en dos minutos y las risas están aseguradas, sin olvidarme de que es un entretenimiento que potencia el uso de la imaginación.
El mejor juego de mesa actual para todos los públicos y el primero al que le otorgamos 5 estrellas en esta casa.