Un ángel, un demonio y un libro de profecías escrito por Agnes: la chalada. Súmale, además, a los cuatro jinetes del Apocalipsis, uno de ellos escritor de libros para adelgazar. También le añadiremos a un perro llamado “Perro”, a un técnico en electrónica incapaz de reparar nada y a un poderoso ejército de dos hombres. Por si esto fuese poco, alguien pegó el cambiazo cuando nació el Anticristo y se ha educado a un simple mortal como si no lo fuese…. ¿Dónde está el auténtico?
Ahora es cuando os empezáis a preguntar de qué va todo esto, y la respuesta es bien sencilla: Buenos presagios! la novela cómico-irónica-psicotrónica de los autores más grandes del universo universal (siempre, desde mi punto vista) de nuestros tiempos: Terry Pratchett y Neil Gaiman.
A grandes rasgos, y dando ya por sentado que estamos ante una novela humorística (Humor negro), Buenos presagios nos relata un posible fin del mundo al que nadie quiere enfrentarse, ni tan siquiera los encargados de llevarlo a cabo. Sus principales protagonistas son Azirafel (un ángel adicto a la lectura) y Crowley (el típico demonio que te obliga a emborracharte cada vez que sales de juerga).
Las dos caras de la moneda deciden, debido a su incondicional amor por lo mortal, unir sus fuerzas para evitar el Apocalipsis. Crowley podrá seguir disfrutando de los placeres banales de la humanidad y Azirafel de sus sesiones de lectura. Así pues, ambos deciden ocuparse de la educación del anticristo, evitando, en la medida de lo posible, su inclinación hacia la destrucción. Pero…. y siempre hay un pero, más tarde que temprano se darán cuenta de que han criado al niño equivocado.
Esta es la base para una historia divertida y poco convencional, que en el fondo nos habla de la humanidad y de sus defectos, riéndose de ellos, claro. Es un libro gracioso y recomendable, pero su narrativa se hace pesada por momentos, con multitud de situaciones y conversaciones que nunca llevan a ninguna parte.
Una vez terminado de leer (son algo más de 300 páginas) la balanza se inclina más hacia lo positivo, gracias a un buen montón de sucesos ridículos e inesperados. También cuenta con unos personajes difíciles de olvidar, con comportamientos realmente locos.
Lo que más me llamó la atención, una vez finalizado, fue su conclusión y su posible re-conclusión…. es difícil de entender, pero no voy a contaros más, simplemente os dejará con una sonrisa y una duda.
Para los que busquen un humor inteligente (y no tan inteligente) en una obra atípica, Buenos presagios supone una lectura de calidad, aun sin ser perfecta. Para el resto, seguramente sea un libro carente de significado. (Si os soy sincero, para mí es básico).
No es el mejor libro de estos dos autores (ni de lejos), pero es un pasatiempo lo suficientemente divertido como para recomendarlo. El genial Clive Barker dijo del libro: “Nunca el Apocalipsis fue tan divertido”
