Durante muchos años, Sam Raimi y Bruce Campbell tuvieron la intención de continuar con la saga Evil Dead, pero por "H" o por "B" la cosa se fue posponiendo y cancelando, a pesar de que el guión siempre estuvo encima de la mesa.
Un buen día, tras revisar el mismo (el guión es del propio Raimi), los dos se juntaron y decidieron que lo mejor que podían hacer por la saga era darle un aire nuevo, creando un capitulo más pero en base a una historia alternativa: ¿Y si fuesen otro grupo de adolescentes los que pasasen la noche en aquella maldita cabaña?
Dicho y hecho. Nuevo director (elegido, también, por Raimi), nuevo reparto, misma ambientación y un claro objetivo: hacer de la nueva Evil Dead un referente visual del cine de terror, al igual que la original, que puede considerarse una escuela de los efectos especiales, de la impresión para con el espectador y toda una obra maestra en cuanto al trabajo de cámaras (el punto fuerte del señor Raimi, un monstruo).
Nada de escenas por ordenador (no existe una sola toma con efectos digitales), cero censura y libertad total para recrear las escenas más macabras e impactantes que pudiesen llevarse a cabo.
A los mandos, el señor Fede Alvarez, fan absoluto de la trilogía original, además de resultar en un maestro de lo suyo.
El problema, aun con tanta buena intención de por medio, era que el film apareció en ese maldito momento en el que imperaban los remakes, los demakes y toda esa mierda infecta que vivía de alimentarse de grandes franquicias sin respeto alguno por ellas, lo que generó algunos mal-entendidos, pues el público, en líneas generales, pensó que esta era otra de tantas... craso error!
Y no lo era por su inteligente enfoque (nada de darle vueltas a lo anterior, una nueva historia con la misma base), y por conservar todo el espíritu de las originales.
De hecho, resulta casi inconcebible que semejante obra de arte se pudiese disfrutar en cines convencionales, porque pocas veces se nos ha permitido contemplar semejante brutalidad (con clase, ojo).
Si el metraje de 1981 impactó al personal, el de 2013 les voló la cabeza a los afortunados que la visionasen en las salas.
Los personajes funcionan, la historia es puro Evil Dead (no hace falta que sea realista o creíble), la fotografía es estupenda, el sonido demoledor y las técnicas visuales empleadas son de lo mejor que se ha podido ver en film alguno. Artesanía 100%.
Mención especial para algunos planos con zooms y para otros en movimiento, muy de la escuela de Raimi, con esa inquietud tan propia del maestro.
De todas formas, hay algo importante que no quiero dejar de resaltar: Lo mejor de Evil Dead 2013 es la libertad con la que está creada, y recuerda poderosamente al movimiento creativo infinito que uno podía encontrarse en los 70 y los 80 dentro del "Fanta/Terror".
Es una película que te puede hacer viajar, de nuevo, a esa maravillosa época en la que importaba más asombrar al personal que hacer cuentas con franquicias que ya tenían éxito.
Se siente pura, apuesta por asombrar y está realizada con un cariño que no es normal en nuestros tiempos, con tanta "peli" moñas y tanto guión barato, principalmente, dentro del género del terror.
¿Habéis visto el infumable remake de Poltergeist? ¿o la vergonzosa re-interpretación de la obra maestra de Verhoeven, Robocop? pues esto no tiene nada que ver, porque no es la adaptación de algo grande para todos los públicos, sino la creación de algo grande para el fan del terror.
Todavía hoy, en pleno 2020, hay quien piensa que esto fue otra tomadura de pelo más, y no disfruto cuando lo escucho, porque es cine de terror (y gore, ¿por qué no?) del bueno, del que te hace pensar en lo impresionante que ha sido lo que has visto. Te vas con ella en la cabeza.
Desde mi humilde punto de vista, es toda una declaración de amor, de Raimi, de Campbell (quien también produce) y de Fede Alvarez: se nota que adoran a su creación, y se siente en todo momento que esta nueva entrega no se ha realizado para vivir de las rentas, sino para seguir disfrutando con ella... y si da pasta, pues mejor, claro.
Más cineastas con ideas propias y menos producciones censuradas y creadas como si fuesen comida rápida. Más calidad, como aquí.
Por cierto: no dejéis de ver la escena post-créditos, que en realidad no aporta nada, pero va directa al corazón... GROOVY!!
