Chip´s Challenge fue uno de tantos, y aunque suene a menosprecio ni mucho menos es así, ya que nos encontramos ante un título realmente atractivo e importante dentro de su limitado género.
Su peculiaridad, y su elemento más destacable, pasa por la sutil mezcla que propuso entre el género de habilidad y el cerebral, ya que se trataba de un juego con un fuerte componente de reflejos, aun siendo secundario frente a la resolución de sus puzzles.
Digamos que se siente más arcade que otros de su tipo, sin renegar de la necesaria reflexión que se le tenía que exigir a su temática.
Nos encontramos ante un juego de perspectiva cenital que nos propone, a través de sus 148 niveles, sortear todo tipo de peligros para poder obtener todos los chips dispersos por cada fase.
Se trata, en cualquier caso, de un título basado a partes iguales en la reflexión y en el ensayo y error, forzándonos a seguir los pasos exactos para lograr evitar las trampas antes mencionadas, que requerirán de la obtención de ciertas llaves en un orden determinado, del uso de ciertos items que nos protegerán ante distintas amenazas y de buenos reflejos a los mandos para sortear todo tipo de enemigos.
Hay que mover bloques, utilizar la memoria y estudiar de forma previa cada paso, ya que insisto en que cada nivel es un gran puzzle. No es demasiado exigente por lo enrevesado de su desafío, pero sí por la obligatoriedad de tener que seguir determinados pasos en un orden estricto.
Siempre he pensado, y me mantengo, que Chip´s Challenge podría ser el juego más redondo creado por esos genios (tristemente olvidados) que fueron Epyx, y cuyo lanzamiento se dio en no pocas plataformas, como fue el caso de Amiga, Atari ST, C64 o Lynx (que fue la versión original) entre otras tantas.
Aunque nadie se acuerde de él, en su día fue considerado como todo un juego de culto (lo sigue siendo), hasta tal grado que despertó pasiones entre algunos de los directivos de Microsoft, quienes terminaron por licenciarlo para crear una versión en Windows (el port de DOS era también de Epyx), que terminó incluyéndose en algunas ediciones del sistema operativo (de serie), además de vendiéndose por separado.
Hay que decir que esta última versión es la más difundida y la preferida por los fans, ya que cuenta con varios paquetes de niveles adicionales, aunque es necesario aclarar que resulta en una edición mucho más simple, a nivel gráfico, que los originales para Lynx y Amiga (las más coloristas de todas).
Es desafiante, original en sus formas y propuestas y contiene una variedad de elementos muy alta, lo que termina por convertirlo en uno de los más llamativos de su género.
Su acabado exuda un estilo muy ochentero, pero conjuga ciertamente bien con la locura de propuesta que esconde la trama: Nerdy Chip McCallahan (el prota) se introduce dentro de un programa virtual que consiste en superar infinidad de pruebas, y lo hace para ingresar en el club Bit Buster, donde solo los más inteligentes tienen cabida... ya os lo dije, muy ochentero.
En conjunto es uno de esos juegos que se pueden considerar "frikis" de verdad, por su innegable encanto y peculiaridad, y por resultar en un reto muy bien medido (algunos niveles avanzados son bastante chungos, pero se mantiene una dificultad muy accesible, en líneas generales).
La mejor versión de todas es la de Lynx, y hay que considerarla como un juego imprescindible dentro del sistema.
Hoy en día funciona igual de bien (lo que dice mucho de un juego creado en 1989), aunque su estilo visual se siente demasiado "inocente" para los estándares actuales. Aun con ello, es uno de mis títulos favoritos y se lo recomiendo a todo aquel que disfrutase en su día con propuestas 8/16 biteras por el estilo (si te gustó Sokoban o Pipe Dream, por ejemplo, tiene un aire similar en cierto grado).
En definitiva: una estupenda y duradera mezcla entre habilidad y puzzle, y todo un clásico olvidado de su tiempo.
Como simple curiosidad y cierre, existe un juego no comercial que ha disfrutado de cierto éxito durante bastante tiempo, titulado Tile World, que consiste en aplicar el mismo concepto jugable y de niveles sin emplear referencias bajo copyright (vamos, un fan made)... aunque no es tan bueno, vaya por delante.
Hay que decir que esta última versión es la más difundida y la preferida por los fans, ya que cuenta con varios paquetes de niveles adicionales, aunque es necesario aclarar que resulta en una edición mucho más simple, a nivel gráfico, que los originales para Lynx y Amiga (las más coloristas de todas).
Es desafiante, original en sus formas y propuestas y contiene una variedad de elementos muy alta, lo que termina por convertirlo en uno de los más llamativos de su género.
Su acabado exuda un estilo muy ochentero, pero conjuga ciertamente bien con la locura de propuesta que esconde la trama: Nerdy Chip McCallahan (el prota) se introduce dentro de un programa virtual que consiste en superar infinidad de pruebas, y lo hace para ingresar en el club Bit Buster, donde solo los más inteligentes tienen cabida... ya os lo dije, muy ochentero.
En conjunto es uno de esos juegos que se pueden considerar "frikis" de verdad, por su innegable encanto y peculiaridad, y por resultar en un reto muy bien medido (algunos niveles avanzados son bastante chungos, pero se mantiene una dificultad muy accesible, en líneas generales).
La mejor versión de todas es la de Lynx, y hay que considerarla como un juego imprescindible dentro del sistema.
Hoy en día funciona igual de bien (lo que dice mucho de un juego creado en 1989), aunque su estilo visual se siente demasiado "inocente" para los estándares actuales. Aun con ello, es uno de mis títulos favoritos y se lo recomiendo a todo aquel que disfrutase en su día con propuestas 8/16 biteras por el estilo (si te gustó Sokoban o Pipe Dream, por ejemplo, tiene un aire similar en cierto grado).
En definitiva: una estupenda y duradera mezcla entre habilidad y puzzle, y todo un clásico olvidado de su tiempo.
